La vida secreta de las libélulas
Tuesday, 20 September 2011
Mamihlapinatapai
Según el libro de los Récord Guiness, ésta es la palabra más concisa del mundo.
Mamihlapinatapai pertenece al idioma de los indios Yámanas, de la Tierra del Fuego, y significa una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambos desean pero que ninguno se anima a iniciar.
Como en El Secreto de sus ojos, en la estación de tren.
Ese fue un mamihlapinatapai.
Saturday, 10 September 2011
Un poco de rutina por favor
If you think adventure is dangerous,
try routine. It is lethal.
try routine. It is lethal.
Paolo Coelho
Un poco de rutina por favor.
A veces me pregunto si no estaremos todos equivocados.Hay muchos mitos en nuestras vidas. Conceptos que se toman como verdades, se hacen sagrados como reglamentos. Se toman como absolutos indiscutibles. Y nosotros comenzamos a rezarlos, porque los hemos escuchado de quienes consideramos hombres felices o libres, o sabios.
Los horarios y las repeticiones, por ejemplo.
Un caminito de tierra en medio de una sabana: no sería más bien una bendición?
A veces el río agradece tener un cauce, unos palitos que guíen sus aguas revueltas.
El río agradece moldearse y hacerse más angosto a veces, ordenarse, cantar de una forma más rítmica y acompasada, tener un solfeo que permita entonar su melodía.
Cuando fuimos niños fue necesario que nos enseñaran la cotidianidad. El tetero por la mañana, la siesta a media tarde, el vaso de leche con galletas, la bañera llena de agua antes de dormir, una historia antes de cerrar los ojos. Las tres comidas sentados a la mesa, con platos y cubiertos, y pan entibiado en el hornito eléctrico. En nuestra niñez eran todos momentos magistrales.
Luego alguien dijo que eso era malo. Que era de mediocres. Que era aburridísimo. Que una vida que se vistiera con rutina, iba perdiendo encanto y frescura poco a poco.
Hay que tener cuidado. Lo que es letal es la rutina sin pasión. Las repeticiones a ojos cerrados.
Es andar por el caminito de tierra creyendo que lo conocemos tan bien que ya no hay nada que mirar o descubrir. Es básicamente dejar de mirar. Eso es la rutina cuando se pronuncia con telarañas.
Pero los que hemos dejado de tenerla también sabemos que una vida sin ella es una falacia.
Puede que sea necesario cambiar, saber que ningún hábito es para siempre, sabernos libres de rediseñar nuestra partitura con nuevos matices y tiempos en ella.
Saber que podemos reacomodar todas las notas para una nueva lectura. Siempre podremos.
De hecho lo hacemos. Siempre nos reinventamos. Cada quien a su manera.
Pero también es bueno que seamos agradecidos de tener un camino de ida hacia algún lado y un camino de retorno hacia una morada que siempre está en el mismo lugar.
Aprendernos de memoria un número.
Valorar como tesoro un modesto ritual de té caliente o capuccino con galletitas por la tarde, y si acompañados por alguien querido saberlo un lujo.
Poder comer cuando tenemos hambre, esas tres veces al día que tienen hasta nombre propio.
Tener una misma cama mullida con edredón y sábanas limpias que nos reconoce y nos espera por las noches.
Y cuando pensemos que el camino es siempre el mismo y se está haciendo aburrido, recordemos abrir bien los ojos. En un instante pasa la eternidad cuando la conciencia está despierta.
De un día para otro una flor que era botón se ha abierto. El cielo nunca es el mismo.
Las cerezas vienen en junio, pero en Septiembre se esperan los higos Y en Octubre y Noviembre hay que respirar profundo el perfume de las castañas rostizadas.
Hay dos frases que almaceno en mi memoria y que espero no olvidar nunca.
Una es la de un amigo indigente que tuve, que vivía un poco aquí y un poco allá, en la calle o bajo techo cuando tenía la suerte de tenerlo. Un día Hermes me dijo:
"Tienes mucha suerte de tener un camino de regreso, que recorres de memoria todos los días.
Ahora no lo entiendes, pero algun día sabrás que es una bendición".
La otra es de Raiza Ruiz, la doctora venezolana, la de la tumba y la lapa.
Después de la odisea Milagros Socorro la entrevistó.
Al final de la entrevista, esta frase me sacudió en su día, y siempre la releo para que me vuelva a sacudir:
"Uno no sobrevive para las grandes cosas sino para vivir la vida normal.
No hay cosa más grande que la vida normal, ver a su familia, a sus amigos, para dormir en una cama limpia, para ver las calles conocidas, para ayudar a los otros… incluso para saber quién fue a tu entierro y quién lloró por ti".
Nada es igual, nunca.
Tuesday, 16 August 2011
El gran golpe del leñador
Oh tú, visitante de la Tate Gallery,
detente un instante ante este momento detenido del leñador mágico,
reflexiona sobre el peso de lo irrevocable
y da gracias por tu frágil cordura
al oscuro destino que ignoras.
La pasión según Richard Dadd.
Por Fernando Savater
El artista británico Richard Dadd murió el 8 de enero de 1886, después de haber pasado 42 años encerrado en varios centros de reclusión para lunáticos. Tras un viaje por Italia, Grecia, Turquía y Egipto, una insolación le hizo perder el contacto con la realidad.
Después de matar a su padre, Dadd se dedicó intensamente a la pintura. El gran golpe del leñador mágico es una de sus obras, que regaló a uno de sus enfermeros de un manicomio y que ahora se puede ver en la Tate Gallery de Londres. Es un óleo obsesivo que suscita la reflexión sobre el peso de lo irrevocable.
Al visitante de la Tate Gallery de Londres le aconsejaría una atención especial a una de las más singulares y menos frecuentadas obras: The fairy-feller's masterstroke (El gran golpe del leñador mágico), que fue pintada en el manicomio de Bethlem entre los años 55 y 64 del siglo pasado. Su autor, Richard Dadd, artista, parricida y demente, murió el 8 de enero, hace 100 años, tras haber pasado 42 encerrado en varios centros de reclusión para lunáticos.
Quisiera celebrar con esta breve nota su destreza pictórica y también rememorar su calvario.
Richard Dadd nació en agosto de 1817 en Chatham (Kent), hijo de un distinguido químico que unos años más tarde se instaló en Londres. En esta capital realizó sus estudios de arte y pronto se hizo notar por obras de delicada fantasía plasmada con preciso realismo, como Puck, Titania sleeping y, sobre todo, Come into these yellow sands, una cabalgata de danzantes feéricos en una playa a la luz de la luna que fue la sensación de la exposición anual de la Royal Academy en 1842. Dadd tenía 25 años, y en esa misma fecha partió con su amigo sir Thomas Philips, antiguo alcalde de Newport, a un viaje iniciático por Italia, Grecia, Turquía y Egipto. En el trayecto realizó numerosos esbozos -la Salute de Venecia, olivos de Atenas, camellos turcos, paisajes de Rodas...- y algunos óleos de tinte oriental, muy dentro del gusto victoriano que comenzaba a perfilarse. En la Navidad de 1842 sufrió una fortísima insolación en Egipto que hizo temer por su vida.
A partir de entonces su imaginación se desbocó por rumbos sublimes y peligrosos.
Cuando volvió a Inglaterra, Richard Dadd se sabía poseído por él dios egipcio Osiris, que había decidido convertirle en su emisario e instrumento. La tarea que le encomendó era urgente y vasta: acabar con las manifestaciones del diablo que pululan por el mundo. Una de las advocaciones satánicas más evidentes encarnaba en sir Thomas Philips, su ex compañero de viaje; otra, aún peor, en su propio padre, el reputado químico que tantas ilusiones tenía depositadas en el hijo artista.
Robert Dadd se resistió a reconocer la insania de su hijo y aspiró a curar las secuelas de la fatal insolación por medio del reposo. Pese al dictamen sin ambages del doctor Alexander Sutherland, que consideró que Richard ya no era responsable de sus actos, el padre siguió resistiéndose a internar a su hijo en un manicomio. Entre tanto, la voz de Osiris no cesaba en sus secretas amonestaciones y su enviado en la tierra tramaba un plan exterminador.
Con el pretexto de que una estancia en su tierra natal le repondría, Richard citó a su padre en Cobhan y allí se reunieron para cenar en Ship Inn. Después salieron a dar un paseo. A la mañana siguiente, el padre fue encontrado apuñalado en una zanja y Richard huyó a Francia, donde Osiris iba a señalarle nuevos avatares diabólicos que debían ser inmolados. Fue arrestado cerca de Fointainebleau, tras haber agredido a un desconocido en un vagón de tren, un poco al modo del personaje de Gide en escaves du Vaticain.
Internado en el State Criminal Lunatic Asylum, dependiente del Betlhem Hospital, Richard Dadd dio por terminada su misión de mayal del dios y volvió a su oficio de pintor.
Produjo obras de diseño minucioso y propósito inquietante, cómo su Oberon y Titania, la perturbadora acuarela titulada The child's problem, o su serie sobre las pasiones humanas.
También efectuó apuntes plácidamente sombríos de la rutina manicomial. Pero, sin duda, la más memorable de sus creaciones fue el pequeño óleo (55 cm x 40 cm) en el que se retrata de una vez por todas el magistral golpe del leñador mágico, cuya realización le ocupó casi 10 años y que dejó inacabado al ser trasladado al manicomio de Broadmoor.
En un escenario de abigarramiento obsesivo, pintado al microscopio, sin huecos ni alivio, el anónimo leñador se dispone eternamente a descargar su hachazo definitivo sobre una gigantesca castaña. Diversos personajes de fábula, elegantemente hechizados o grotescos, margaritas atentas, juncos, frutos caídos, observan con aliento suspenso la ejecución de lo inminente. Quizá esperen ser rescatados por ese sacrificio a la vez implacable e incruento, duplicación misteriosa de aquel otro, sanguinario, que los esclavizó en el jardín alucinante.
Es la vivencia desgarradora del tiempo en la acción lo que está allí pintado, como bien resume Octavio Paz en su comentario de la obra: "La espera es eterna: anula el tiempo; la espera es instantánea, está al acecho de lo inminente, de aquello que va a ocurrir de un momento a otro: acelera el tiempo".
Eterno retorno de lo mismo tan raudo que ni siquiera llega a ocurrir la primera vez, y así consigue su particular infinitud, juntamente opresiva y fascinadora. En el pequeño óleo no se distingue ni una pincelada: las figuras no parecen pintadas, sino injertadas en un decorado tangible.
Trasladado a Broadmoor, Richard Dadd regaló su obra maestra inacabada a uno de sus enfermeros. En su nueva penitenciaría sobrevivió aún 21 años, hasta el 8 de enero de aquel 1886.
Oh tú, visitante de la Tate Gallery, detente un momento ante este momento detenido del leñador mágico, reflexiona sobre el peso de lo irrevocable y da gracias por tu frágil cordura al oscuro destino que ignoras.
Después de matar a su padre, Dadd se dedicó intensamente a la pintura. El gran golpe del leñador mágico es una de sus obras, que regaló a uno de sus enfermeros de un manicomio y que ahora se puede ver en la Tate Gallery de Londres. Es un óleo obsesivo que suscita la reflexión sobre el peso de lo irrevocable.
Al visitante de la Tate Gallery de Londres le aconsejaría una atención especial a una de las más singulares y menos frecuentadas obras: The fairy-feller's masterstroke (El gran golpe del leñador mágico), que fue pintada en el manicomio de Bethlem entre los años 55 y 64 del siglo pasado. Su autor, Richard Dadd, artista, parricida y demente, murió el 8 de enero, hace 100 años, tras haber pasado 42 encerrado en varios centros de reclusión para lunáticos.
Quisiera celebrar con esta breve nota su destreza pictórica y también rememorar su calvario.
Richard Dadd nació en agosto de 1817 en Chatham (Kent), hijo de un distinguido químico que unos años más tarde se instaló en Londres. En esta capital realizó sus estudios de arte y pronto se hizo notar por obras de delicada fantasía plasmada con preciso realismo, como Puck, Titania sleeping y, sobre todo, Come into these yellow sands, una cabalgata de danzantes feéricos en una playa a la luz de la luna que fue la sensación de la exposición anual de la Royal Academy en 1842. Dadd tenía 25 años, y en esa misma fecha partió con su amigo sir Thomas Philips, antiguo alcalde de Newport, a un viaje iniciático por Italia, Grecia, Turquía y Egipto. En el trayecto realizó numerosos esbozos -la Salute de Venecia, olivos de Atenas, camellos turcos, paisajes de Rodas...- y algunos óleos de tinte oriental, muy dentro del gusto victoriano que comenzaba a perfilarse. En la Navidad de 1842 sufrió una fortísima insolación en Egipto que hizo temer por su vida.
A partir de entonces su imaginación se desbocó por rumbos sublimes y peligrosos.
Cuando volvió a Inglaterra, Richard Dadd se sabía poseído por él dios egipcio Osiris, que había decidido convertirle en su emisario e instrumento. La tarea que le encomendó era urgente y vasta: acabar con las manifestaciones del diablo que pululan por el mundo. Una de las advocaciones satánicas más evidentes encarnaba en sir Thomas Philips, su ex compañero de viaje; otra, aún peor, en su propio padre, el reputado químico que tantas ilusiones tenía depositadas en el hijo artista.
Robert Dadd se resistió a reconocer la insania de su hijo y aspiró a curar las secuelas de la fatal insolación por medio del reposo. Pese al dictamen sin ambages del doctor Alexander Sutherland, que consideró que Richard ya no era responsable de sus actos, el padre siguió resistiéndose a internar a su hijo en un manicomio. Entre tanto, la voz de Osiris no cesaba en sus secretas amonestaciones y su enviado en la tierra tramaba un plan exterminador.
Con el pretexto de que una estancia en su tierra natal le repondría, Richard citó a su padre en Cobhan y allí se reunieron para cenar en Ship Inn. Después salieron a dar un paseo. A la mañana siguiente, el padre fue encontrado apuñalado en una zanja y Richard huyó a Francia, donde Osiris iba a señalarle nuevos avatares diabólicos que debían ser inmolados. Fue arrestado cerca de Fointainebleau, tras haber agredido a un desconocido en un vagón de tren, un poco al modo del personaje de Gide en escaves du Vaticain.
Internado en el State Criminal Lunatic Asylum, dependiente del Betlhem Hospital, Richard Dadd dio por terminada su misión de mayal del dios y volvió a su oficio de pintor.
Produjo obras de diseño minucioso y propósito inquietante, cómo su Oberon y Titania, la perturbadora acuarela titulada The child's problem, o su serie sobre las pasiones humanas.
También efectuó apuntes plácidamente sombríos de la rutina manicomial. Pero, sin duda, la más memorable de sus creaciones fue el pequeño óleo (55 cm x 40 cm) en el que se retrata de una vez por todas el magistral golpe del leñador mágico, cuya realización le ocupó casi 10 años y que dejó inacabado al ser trasladado al manicomio de Broadmoor.
En un escenario de abigarramiento obsesivo, pintado al microscopio, sin huecos ni alivio, el anónimo leñador se dispone eternamente a descargar su hachazo definitivo sobre una gigantesca castaña. Diversos personajes de fábula, elegantemente hechizados o grotescos, margaritas atentas, juncos, frutos caídos, observan con aliento suspenso la ejecución de lo inminente. Quizá esperen ser rescatados por ese sacrificio a la vez implacable e incruento, duplicación misteriosa de aquel otro, sanguinario, que los esclavizó en el jardín alucinante.
Es la vivencia desgarradora del tiempo en la acción lo que está allí pintado, como bien resume Octavio Paz en su comentario de la obra: "La espera es eterna: anula el tiempo; la espera es instantánea, está al acecho de lo inminente, de aquello que va a ocurrir de un momento a otro: acelera el tiempo".
Eterno retorno de lo mismo tan raudo que ni siquiera llega a ocurrir la primera vez, y así consigue su particular infinitud, juntamente opresiva y fascinadora. En el pequeño óleo no se distingue ni una pincelada: las figuras no parecen pintadas, sino injertadas en un decorado tangible.
Trasladado a Broadmoor, Richard Dadd regaló su obra maestra inacabada a uno de sus enfermeros. En su nueva penitenciaría sobrevivió aún 21 años, hasta el 8 de enero de aquel 1886.
Oh tú, visitante de la Tate Gallery, detente un momento ante este momento detenido del leñador mágico, reflexiona sobre el peso de lo irrevocable y da gracias por tu frágil cordura al oscuro destino que ignoras.
Sunday, 7 August 2011
Si escribo lo que siento
Si escribo lo que siento es porque así disminuyo la fiebre de sentir.
Lo que confieso no tiene importancia, pues nada tiene importancia.
Hago paisajes con lo que siento. Hago fiestas de las sensaciones........
Estas confesiones de sentir son solitarios mios...... Me desenrollo como una madeja multicolor, o hago conmigo figuras de cordel, como las que se tejen entre los dedos estirados y se pasan de unos niños a otros. Sólo me preocupo de que el pulgar no estropee el lazo que le corresponde. Después, vuelvo la mano y la imagen resulta diferente. Y vuelvo a empezar.
Fernando Pessoa
(Libro del desasosiego)
Lo que confieso no tiene importancia, pues nada tiene importancia.
Hago paisajes con lo que siento. Hago fiestas de las sensaciones........
Estas confesiones de sentir son solitarios mios...... Me desenrollo como una madeja multicolor, o hago conmigo figuras de cordel, como las que se tejen entre los dedos estirados y se pasan de unos niños a otros. Sólo me preocupo de que el pulgar no estropee el lazo que le corresponde. Después, vuelvo la mano y la imagen resulta diferente. Y vuelvo a empezar.
Fernando Pessoa
(Libro del desasosiego)
Thursday, 14 July 2011
La libertad del Iluminado
Rico no es el que más tiene,
sino el que menos necesita.
sino el que menos necesita.
Facundo Cabral
Desde la muerte de Facundo no he dejado de pensar.
Si, lo sé, siempre se está pensando.
Pero estos pensamientos son diferentes.
Son pensamientos que preguntan. Que están inquietos.
Como de quien se cuestiona el estar donde se está y el hacer lo que se viene haciendo.
Mis preguntas han ido desde cómo llega un Iluminado a ser libre, en una sencillez perfecta como la del círculo, hasta qué se requiere para saltar hacia ese otro lado donde el miedo ya no tiene voz. Las primeras realmente consecuencia de las últimas.
Mis pensamientos me preguntaban por qué morían antes de los tiempos naturales los que tienen cosas por decir. (No sólo los asesinados). Por qué morían Lennon, García Lorca, Malcom X, Jim Morrison, Ian Curtis, Jimy Hendrix, Violeta Parra, Bob Marley, Fredy Mercury, como dejando en los vivos una sensación de que todavía quedaban cosas por decir.
En la lista no todos son iluminados, claro. Ante todo fueron profundamente humanos. Todos vivieron intensamente la vida, con la pasión de los genios.
Tampoco todos los genios mueren jóvenes claro está. Muchos han cumplido sus ciclos vitales y se han ido a una buena edad, entrados los setenta, pudiera decirse.
Pero la pregunta aquí es ¿si Facundo no hubiese perdido a su esposa e hija, habría decidido de todas formas no tener nunca más una casa? ¿Si no hubiese probado tantas penurias y sobresaltos, habría perdido el miedo?
(voy a usar solo presentes, porque él nos sobrevivirá a todos. Muerto como está, más vivo que nunca. Nosotros nos iremos, y él seguirá hablándole a los que vengan después de nosotros, siempre en hoy).
¿Podría alguien llegar hasta dónde él llegó llevando una vida de las que llamamos normales?
Para poder realmente caminar del otro lado del mundo, hay que llegar a ese extremo donde ya no se teme el perderlo todo. Hay que estar realmente dispuestos a andar desnudos.
Es realmente deshacerse del 'parásito del ego' -como lo ha nombrado Matthieu Ricard-.
Pero para 'desmantelar la importancia personal' (palabras de Ricard), para dejar de pensar que tenemos que llegar a la colina del éxito aún jóvenes con casa propia, ahorros y tarjetas de crédito resplandencientes, y además haciendo lo que queremos y sólo rindiéndole cuentas a nuestro propio yo, hay que dar un salto hacia afuera. Afuera, donde la colina del éxito no existe.
Un salto hacia afuera, para poder dar nuestro salto hacia adentro.
Nuestro adentro, donde está la intuición, el entendimiento y la imaginación.
¿Pero qué es lo que se intuye o se imagina? Allí se debe intuir y entender todo, fresco y espontáneo, como ver un mango bajito y cogerlo con la mano. Como tener sed y justo ver que pasa un riachuelo a nuestro lado.
En ese adentro todo es simple y fácil. Es la perfección del círculo donde vive Facundo.
No el laberinto. Nuestra mente sería un barquito flotando sin resistencia en el agua. Yendo hacia ningún lado. Sólo flotando sobre el agua.
"El pensamiento es el espíritu crítico, pero es necesario pensar hasta que llegas a ese umbral en el que el pensamiento ya no sirve para nada y ahí has de tirarte de cabeza: o al miedo o a la confianza".
(Eric Emmanuel Schmitt)
Ese salto a la confianza, ¿puede hacerse manteniendo cuentas bancarias, hipotecas y más de cinco passwords?
Wednesday, 22 June 2011
El canto del Uiraparú
Texto: Nicolás Soldo
(del blog sobreleyendas)
Uno de los cantos de ave más maravillosos que puedan escucharse corresponde al de un pequeño pájaro que vive en la selva amazónica y que se llama Uirapurú.
El Uirapurú está revestido de misticismo. Esto se debe a que además de ser un canto de extrema belleza, tiene el aditivo de ser difícil de escuchar. Primero porque es un pájaro que vive en plena selva. Segundo porque emite su canto unos pocos minutos en la mañana, y lo hace mientras hace su nido, lo cual acontece durante cerca de quince días al año. Nada más.
Las leyendas que circulan en torno a este pájaro son variadas. Se habla de un joven guerrero, de un enamorado y hasta de un dios que bajó a la tierra convertido en ave, lo que explica la calidad, sencillez y belleza de su canto.
También se cuenta que era el joven más hermoso de la tribu, amado y codiciado por las mujeres del lugar, pero que muere tempranamente en una batalla. Los lamentos de las mujeres de la tribu son escuchados por Dios quien transforma el alma del guerrero en un hermoso pájaro, que, como el joven, es difícil de encontrar, pero que llena con su canto el espíritu de quienes lo escuchan.
Pero la versión más conocida en Brasil dice que el joven se había enamorado de la esposa del cacique, pero como este era un amor imposible, el joven rogó a Tupá que hiciera desaparecer ese dolor del amor, por lo que el dios lo transformó en un ave. En un ave con un encanto especial al que llamó UIRAPARU, que significa 'pájaro que no es pájaro'.
Asi, una vez convertido, el joven cantaba todas las noches a su amada para hacerla dormir. Pero el cacique, encantado con su voz, quiso poseerlo para que cantara para él.
Fue entonces cuando el Uiraparú se alejó por siempre de la tribu y de su amada para cantar en la selva, para todos y para nadie.
Se dice que escuchar su canto trae suerte a quienes tienen este privilegio.
Algunos buscan sus plumas como fetiche de buenaventura. Se cree que gracias a ello los hombres tendrán prosperidad y las mujeres encontrarán el amor.
Hay algo mágico en este pájaro y es que cuando canta, esos pocos minutos al año, el resto de la selva amazónica enmudece. Todas las aves, animales, y hasta el río callan para poder disfrutar del canto del Uiraparú.
(del blog sobreleyendas)
Uno de los cantos de ave más maravillosos que puedan escucharse corresponde al de un pequeño pájaro que vive en la selva amazónica y que se llama Uirapurú.
El Uirapurú está revestido de misticismo. Esto se debe a que además de ser un canto de extrema belleza, tiene el aditivo de ser difícil de escuchar. Primero porque es un pájaro que vive en plena selva. Segundo porque emite su canto unos pocos minutos en la mañana, y lo hace mientras hace su nido, lo cual acontece durante cerca de quince días al año. Nada más.
Las leyendas que circulan en torno a este pájaro son variadas. Se habla de un joven guerrero, de un enamorado y hasta de un dios que bajó a la tierra convertido en ave, lo que explica la calidad, sencillez y belleza de su canto.
También se cuenta que era el joven más hermoso de la tribu, amado y codiciado por las mujeres del lugar, pero que muere tempranamente en una batalla. Los lamentos de las mujeres de la tribu son escuchados por Dios quien transforma el alma del guerrero en un hermoso pájaro, que, como el joven, es difícil de encontrar, pero que llena con su canto el espíritu de quienes lo escuchan.
Pero la versión más conocida en Brasil dice que el joven se había enamorado de la esposa del cacique, pero como este era un amor imposible, el joven rogó a Tupá que hiciera desaparecer ese dolor del amor, por lo que el dios lo transformó en un ave. En un ave con un encanto especial al que llamó UIRAPARU, que significa 'pájaro que no es pájaro'.
Asi, una vez convertido, el joven cantaba todas las noches a su amada para hacerla dormir. Pero el cacique, encantado con su voz, quiso poseerlo para que cantara para él.
Fue entonces cuando el Uiraparú se alejó por siempre de la tribu y de su amada para cantar en la selva, para todos y para nadie.
Se dice que escuchar su canto trae suerte a quienes tienen este privilegio.
Algunos buscan sus plumas como fetiche de buenaventura. Se cree que gracias a ello los hombres tendrán prosperidad y las mujeres encontrarán el amor.
Hay algo mágico en este pájaro y es que cuando canta, esos pocos minutos al año, el resto de la selva amazónica enmudece. Todas las aves, animales, y hasta el río callan para poder disfrutar del canto del Uiraparú.
Wednesday, 25 May 2011
Proyecto 365Grateful
Mi personal Proyecto 365Grateful, inspirado en Lori Portka.
También conocido aquí como Felicidad y otras formas.
Una serie de imágenes sin orden cronológico ni temático de mi autoría,
en celebración de la Felicidad y del Agradecimiento. Con mayúsculas, por supuesto.
También conocido aquí como Felicidad y otras formas.
Una serie de imágenes sin orden cronológico ni temático de mi autoría,
en celebración de la Felicidad y del Agradecimiento. Con mayúsculas, por supuesto.
Semillas de Albahaca con 'fecha de caducidad' pasada hace cien años.
Siempre milagreras, siempre portadoras de milagros. Aquí la prueba:
Albahaca asomándose.
Piñita de pino. Milagrera. Portadora de asombro infinito.
En Marzo, Mayo o Noviembre.
El que no crea, vea.
En Marzo, Mayo o Noviembre.
El que no crea, vea.
Nubes.
Admirables, porque nunca iguales dos días seguidos
Milagreras.
Portadoras de historias y de asombro infinito.
También de lluvia, de granizo y de otras formas.
.
Monday, 9 May 2011
Organos (in)visibles
Cuál es la diferencia entre una prostituta que alquila su vagina y sus zonas erógenas a cambio de dinero para vivir, y el cargo de una secretaria -o cualquier otro- en el que se haga uso del cerebro o de cualquier otro músculo, alquilado a cambio de dinero para vivir, pero sin amor, sin pasión y sin entretenimiento?
Saturday, 30 April 2011
What makes us humans
Dance, dance, dance
otherwise we are lost
otherwise we are lost
Pina Bausch
En el memorial de Pina, Wim Wenders pronunció estas palabras:
"Pina con frecuencia miraba a su alrededor irremediablemente cuando no podía encontrar las palabras adecuadas, como si fuese posible encontrar la respuesta con sus ojos. Es allí donde se hace evidente lo mucho que Pina confiaba en su mirada más que en sus palabras. Al menos confiaba mucho más en lo que podía ser visto que en lo que podía ser dicho"
Ver la peli que Wim Wenders pudo terminar, a pesar de la súbita muerte de Pina Bausch en Junio del 2009, ha sido una de las experiencias más bellas que he vivido.
Como él mismo dijo: "Pina reinventó la danza. Por mi parte sentí que en cierta forma yo también tenía que reinventar la manera de hacer cine".
Lo que Wenders ha logrado es proporcionar una experiencia totalmente sensorial y tridimensional del cine, no sólo como si se estuviese viendo a los bailarines vivos, en tiempo real, bailando frente a uno, sino como si uno mismo bailara con ellos.
Pero como la danza de Pina es totalmente emocional, bailar con Pina como espectador significa sentir que nos baila el corazón, los labios, las manos, las hebras de nuestro cabello, cada una individualmente, los ojos. Y también nuestros miedos bailan, nuestras preguntas, nuestra felicidad de vivir, nuestro asombro, nuestra fragilidad, los límites de nuestra propia humanidad, que era la humanidad de Pina, y que ella siempre exploraba incansablmente.
Todo en movimiento poético. Como era ella.
Fue asombroso, como lo son las emociones y la belleza cuando es llevada a límites casi insoportables de poesía.
Movimiento que se transforma en imagen surreal, oniríca, imposible de racionalizar, imposible de entender, tal y como nuestros sueños. Movimiento que seduce, que hechiza como el más mágico de los encantamientos.
Eso hacía ella. Eso ha logrado Wenders, con los bailarines de la compañía Tanztheater Wuppertal y con la música utilizada, que es durante la peli una bailarina más, sin duda tan grande como cada uno de los integrantes.
Pocos homenajes van tan cargados de amor como éste.
Los ojos de muchos bailarines todavía están llenos de incredulidad y asombro ante su ausencia.
Muchos todavía divagan como perdidos buscándola. Muchos la llaman en sueños.
Ella era todos ellos y todos ellos viven en Pina. Y por siempre vivirán, en la eternidad del Tiempo y del Movimiento.
Gracias Wim!
Thursday, 28 April 2011
Saturday, 23 April 2011
No pasa un solo instante....
Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente.
No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.
Jorge Luis Borges
Tuesday, 19 April 2011
Locos de profesión
Jamie Foxx y Robert Downey Jr. en la película The Soloist
Ninguna mañana es como una mañana cualquiera. Eso lo sabemos. Intentamos aprenderlo. Desde bien temprano nos lo recordamos, cuando saludamos el día nuevo, cuando olemos el aire y medimos la temperatura con nuestros pies descalzos.
Lo cierto es que las emociones, el asombro, nunca sabremos cómo nos abrazarán. Por dónde. Cuándo. No sabremos si es culpa de la luna llena de la noche anterior. De la mente divagante. Del amor.
Una mañana de esas que creen ser cualquiera, me subo al 83, el autobús que me lleva a ganarme el pan. El día está soleado y todo comienza bien. El autobús ha llegado a la parada antes que yo. Todo apuesta a que no me dará tiempo a correr para subirme. Pero el semáforo ha decidido ser mi aliado hoy, se ha puesto en rojo, justo para darme esos dos minutos de ventaja que me faltaban y alcanzar a montarme.
Todo sigue perfecto, estamos a buen tiempo, hay un asiento libre, el conductor hasta ha sonreido al abrir la puerta en la parada.
Minutos después sube un loco. Siempre hay locos en las ciudades.
Entra por donde no debe, por las puertas que son de salida únicamente. El conductor tiene que reprimirlo. El loco se acerca al conductor. Habla a la manera de los locos. Pero sabe perfectamente lo que ocurrirá si no paga.
El conductor amenaza con llamar a la policía. El loco dice que se comportará. Que no hay necesidad de llamar a nadie.
Pero no paga.
El conductor decide proseguir, para felicidad de todos los usuarios.
El loco no se sienta. Camina de un lado al otro del pasillo del autobús. Vuelve al conductor para hablarle. Es un loco amigable, pacífico. Sin embargo todos estamos tensos.
Es como si esperáramos de un momento a otro que estallara un globo.
Nadie quiere mirarlo, pero nadie quiere perderlo de vista porsiacaso.
Lo observo en silencio y por alguna razón me recuerda a Nathaniel Ayers, el loco de la peli The Soloist, el chelista de la Julliard de Nueva York víctima de la ezquizofrenia desde muy joven. Un sueño truncado por la enfermedad, preso en el laberinto sin salida de los fantasmas y las voces. Un genio convertido en mendigo de la calle, en loco de profesión.
De repente tuve el pensamiento que este loco también podría llevar entre sus sombras una mente extraordinaria.
Pero lo único extraordinario en los locos es su propia soledad. Ese misterio de saberse o no saberse en su condición, de tener esa conciencia intermitente, como un bombillo de neón viejo.
En una parada cualquiera se bajó. Abrió él mismo las puertas y salió.
Me quedé mirándolo con fascinación. Imaginando qué haría con tanta libertad.
Imaginando cuántas horas por vivir tendría su ciudad con respecto a la mía.
Thursday, 3 February 2011
El primer día
Eres muy lindo... -dijo el principito. -Ven a jugar conmigo.
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-. No estoy domesticado...
-Ah! Perdón -dijo el principito. Pero, después de reflexionar, agregó:
-Qué significa "domesticar"?
Antoine De Saint-Exupery
Creo que oficialmente puedo decir que ya no soy una desempleada.
(Uno siempre mantiene los dedos cruzados dentro de los bolsillos. Nunca se sabe.)
Cada mañana al despertar mi estómago contiene madejas de hilos de nervios.
Con el pasar del día se van deshaciendo, pero soy aún como un gato en territorio nuevo.
Los humanoides. Qué raza increíble.
Entre nosotros y los animales no hay muchas diferencias. Aunque algunos digan que sí las hay, empezando por aquella de que nosotros sí estamos iluminados por la razón.
Un camino, cuando es nuevo, está lleno de sorpresas, de novedades, de olores nuevos, de incontables detalles. Nuestra cabeza tiene que ir archivando toda la nueva información. Los ojos se mantienen más abiertos, mirando de derecha a izquierda tratando de no perder nada.
Un lugar nuevo por habitar está lleno de lo desconocido. El lugar ES lo desconocido.
La gente que lo habita es extraña. Los recorridos son hostiles. Nos perdemos en ellos una y otra vez.
La inseguridad nos hace andar despacio, nos hace medir nuestros pasos, mientras memorizamos cada pequeña cosa que pueda servirnos de referencia. "Los otros" pasan con rapidez e indiferencia ante lo externo. Son los animales viejos. Los que ya se conocen los olores y el territorio lo tienen dominado.
(Básicamente no tenemos territorio aún. Somos como los gatos asustados que observan inmóviles desde debajo de la cama, esperando... esperando a que venga un tiempo propicio para -con fortaleza y valentía- ir a explorar y memorizar).
Hasta ir a por un vaso de agua representa una expedición.
Ser nuevos en el territorio es una marca que no puede maquillarse u ocultarse.
Todos miran. Todos saben. Ellos -los viejos- ya olvidaron cuando los nuevos fueron ellos.
Así sucede. Siempre.
Hay que armarse de paciencia y de fascinación. Además no estoy sola. Hay muchos nuevos junto a mi.
Hay que ponerse la mejor sonrisa para que el brillo produzca un halo amigable, que casi siempre genera amabilidad y solidaridad.
Disfruto el camino nuevo, el aprenderme los nuevos olores; marcar los atajos; aprenderme las puertas de cada cosa y el ala este y la oeste con sus laberintos iguales. Disfruto memorizar nombres, conocer gente, dejarme conocer. Disfruto esa leve sensación de forastera, las miradas tímidas cruzadas con disimulo contenido, las sonrisas. En este proceso nunca somos suficientemente viejos o jóvenes.
Cuando ya no me acuerde y sin haberme dado cuenta, estaré caminando con esa indiferencia y esa seguridad de quien no tiene que mirar alrededor, porque aún a oscuras, se conocería el camino.
Sin darme cuenta todos los rostros tendrán un nombre y una risa. Sin darme cuenta mi espacio tendrá cosas mías, fotos, cajas de té, piedritas, plantas. Sin darme cuenta, todos comenzarán a llamarme por mi nombre y ya no seré la del grupo de los nuevos.
Entonces vendrán los nuevos nuevos; y la rueda volverá a girar.
Friday, 28 January 2011
Coser y cantar
"Cuando una situación interior no se ha hecho consciente,
aparece en el exterior como destino"
C.G. Jung
aparece en el exterior como destino"
C.G. Jung
Tengo una máquina de coser.
De ahora en adelante cuando la nombre, me referiré a ella como la Bernina -su nombre propio-, o simplemente como 'Ella'.
Tiene una gran personalidad, es indudable. Tiene estilo y presencia, una compostura y sobriedad que tal vez le vienen de su estirpe suiza. Es seria y bien plantada, como una Ama de Llaves madura y elegante, como una Institutriz impecable.
Tiene sus años, vamos a estar claros. Y no es esta su primera casa, ha vivido ya en otras.
Todas las máquinas de coser tienen personalidad, porque son creadoras de cosas. Las modernas sin embargo son más ligeras, más amigables, se entregan casi que entre risas y se dejan llevar por cualquiera. Las de antaño no tanto. Se guardan sus misterios, hay que merecerse su confianza. Al principio hay que aprenderlas, ser delicados, entender su lógica y su mecanismo, resistente para perdurar en el tiempo.
La Bernina podrá haber sido hecha en serie, sí; pero una serie limitada. Pertenece a una generación nacida antes de la llegada del terrible virus de la obsolecencia programada. No hay plástico en ella, es toda hierro y acero. Su austeridad le proporciona la elegancia de la escuela de Cocó Chanel: menos es más.
Con ella me ha sucedido lo que me pasa con todas las cosas que por mucho tiempo he soñado tener. Al principio me cuesta acostumbrarme a su presencia. Como cuando Santa Claus me trajo mi primera bicicleta. Al día siguiente al despertar corrí a ver si aún estaba allí. Me sucedió con mi primer coche. Me asomaba a la ventana unas veinte veces al día para asegurarme que todavía seguía aparcado donde lo había dejado. (Con el compañero con quien comparto mi vida también me sucede de vez en cuando, asombrarme al despertar viendo que aún sigue allí, como el dinosaurio de Monterroso).
Con la Bernina está sucediendo.
Entrar al estudio y verla allí ocupando discreta y elegantemente su lugar, es siempre un emocionante saltico al corazón.
Tengo que recordarme que estamos comenzando una relación, que tenemos que conocernos. Que no puedo sólo dejarla allí para contemplarla. Tengo que hacer cosas con ella, a pesar de mi temor de arruinar algo con mi torpeza.
Algun dia llegaremos a entendernos como dos amantes que comenzaron tímidamente siendo amigos.
Tuesday, 11 January 2011
Monday, 10 January 2011
Saturday, 8 January 2011
Tuesday, 4 January 2011
Quadrivium y Trivialis, lo que se aprende
A Record Of Life from Owen Gatley and Luke Jinks on Vimeo.
Mi madre me ha repetido siempre, desde que soy niña, que las matemáticas me seguirían hasta la muerte; que no había manera humana posible de evadirlas, y que toda la Literatura y la Poesía del mundo no serían suficientes para esconderme de ellas, por más altos que fueran los muros construidos con mis libros.
(Mi madre, que es Biólogo, pero ante todo es poeta y costurera mágica, hacedora de muñecas y de pañuelitos de hojaldre rellenos de confitura de albaricoques).
En la cinta métrica alrededor de su cuello siempre he visto los números y sus exactas proporciones, así como en la balanza, donde siempre la harina ha esperado ansiosa por la levadura, en sus exactas proporciones.
Poco a poco le he ido dando la razón. Que me perseguirán por siempre, es indudable. Que las entenderé no.
Lo que pasa es que había que verlas con otros ojos. Son insondables y sorprendentes como lo es el resto del mundo. Tan sólo hay que aprender a vivir con ellas. Como se hace con el resto del mundo.
(Gracias a Edgui por este video enviado en Abril 2010, y que vengo a encontrar apenas ahora, cuando ya el año tiene otro número. Pero la belleza es inmune al tiempo y a las matemáticas del tiempo)
Thursday, 30 December 2010
Agua que fluye, instante que se renueva
Querido año viejo,
El día número 365 ya está prácticamente en el umbral, lo que signifca que para ti también es hora de morir.
Llegaste nuevo y niño y nos diste todos tus días para vivir, para crear, hacer y deshacer. Fuimos durante todas esas lunas leones y corderos alternadamente, tuvimos días de furia y días de Dalai, días de euforia y días de silencio. La felicidad nos abrazó, a veces sin preaviso y otras tantas también anunciándose, muchas, incontables veces.
Se repitió en Primavera el milagro del renacimiento, que recuerdo tan bien como si fuese ayer. En Verano trajiste la transpiración, la desnudez, la libertad recobrada de los pies. Con el Otoño nos regalaste el espectáculo de oro, fuimos capturados por el hechizo de la luz. Y también nos dejaste probar un poco de paraíso cuando lo cubriste todo de blanco mazapán.
A pesar de sentir que en muchas habitaciones no ha cambiado nada, y que el desorden es el mismo, tengo mucho que agradecerte. No sólo por todo lo que nombré anteriormente.
Me diste y me quitaste recordándome que todo es efímero y que no hay que aferrarse a nada. Cuando fui inflexible me acercaste a bosques de cañas de bambú y me dejaste ver qué bien se doblaban con el viento, cuán dóciles y sabias.
Me hiciste rica al dejarme conocer personas que amé y que me amaron, muchas de las cuales me dejaron consejos invaluables para el tránsito.
Algunas de las cosas que me trajiste no te las pedí, pero sé que todo está en el dibujo universal y que lo que vendrá después tendrá sentido cuando mire hacia atrás.
Quiero agradecer tu generosidad en todo, porque tus días largos o cortos de horas fueron ricos y plenos.
Algo me dice que los próximos 365 que vienen, reunidos con nuevo número, serán muy buenos.
Tengo una especie de certeza que habrá mucha energía para emprender cosas que hace tiempo vengo soñando con materializar.
Tengo pruebas que reafirman la magnanimidad del Universo, que sólo espera que pidamos, de manera esperanzada y creyente, todo lo que necesitamos y queremos.
A día de hoy no tengo nada, sólo este instante que ya muere y se convierte en uno nuevo. No tengo 365 nuevos días ni hoy ni mañana, ni pasado. Sólo su anticipación. Sólo un instante nuevo por vivir cada vez. Y mi memoria, con la cual voy tejiendo esos segundos a modo de collar, con perlas únicas aunque no siempre espléndidas, pero incluso las pequeñas y ordinarias van haciendo parte del todo y de mí misma.
Ojalá sea capaz de aceptar lo que me viene, con entendimiento o sin él, pero confiada de que es lo que debe ser.
Que no pierda nunca mi locura, y por sobre todas las cosas, que antes de juzgar, recuerde siempre esa máxima de caminar un rato en los zapatos del otro, o lo que es igual a no olvidar que todo lo que le pasa a otro, puede pasarme a mí, porque el otro soy yo también.
Que siempre esté atenta a lo que me rodea, por más avasallante que pueda parecer mi realidad. Es decir, que nunca olvide lo minúscula que soy.
Que siempre tenga presente la verdadera alegría: la de dar todo lo que tengo, y que cuando no tenga nada, me dé a mi misma y a mis pensamientos, mis abrazos o mi consuelo, que aunque no sirvan de nada, sirvan para no sentirnos solos.
Esto es lo que pido para este instante y los que me sean dados por vivir. Que en cada vuelta la Tierra nos bendiga y que tanto nuestra sombra como nuestra luz sean para reflejar la creación de algo bueno.
(El calendario de la foto es del blog de Caitlin Keegan
http://www.caitlinkeegan.com/indexhibit/index.php?/2011-Calendar/)
Wednesday, 22 December 2010
"Procrastination" Tales Of Mere Existence
No es que quiera justificarme con la excusa de que hay otros más como yo ahí afuera.
Pero esto me ha hecho sonreir.
Hoy sin embargo, he logrado tachar varias cosas de la larga lista de víctimas de la 'postergación'.
Una de ellas es la inscripción en el curso de corte y costura, que será todos los sábados a través de clases privadas.
Pronto espero poder anunciar que seremos tres en este hogar, es decir cuando llegue la nueva máquina de coser a casa.
Tuesday, 21 December 2010
Mercedes Sosa Solo le Pido A Dios
Hoy es el Solsticio de Invierno. Pidamos a todos los dioses por esos monstruos que pisan fuerte, en tantas partes del mundo. Pero por sobre todo pidamos que no nos abrace ese otro monstruo, el de la Indiferencia, no menos grande o fuerte. Y que si nos abraza, podamos vencerlo para volver a abrir los ojos. Que si no podemos hacer nada, que almenos podamos pensarnos mutuamente, todos los que habitamos el planeta tierra.
Monday, 20 December 2010
Fobos y Deimos. Notas aisladas e incoerentes sobre miedo.
Giove e Io. Antonio Allegri llamado il Correggio. 1531?
Miedo, en su origen etimológico entre el latín y el griego lleva a la imagen de ser golpeados, percutidos. El haberlo sido fuera de lugar en el pasado da origen a miedos fuera de lugar en el presente. (lo más cercano encontrado como origen etimológico de pavorem/ paveo)
Uno de los opuestos, la palabra coraje, etimológicamente deriva del latín coraticum o cor habeo, un adjetivo derivante de la palabra compuesta cor/cordis y del verbo habere: tengo corazón. Es la virtud humana, muchas veces indicada como fortaleza, que hace que quien la posee no se desencaje frente al peligro, enfrente con serenidad los riesgos, no se entristezca por dolores físicos o morales, y de manera general, enfrente con mirada elevada el sufrimiento, el peligro, la incertidumbre y la intimidación.
Gustav Vigeland. Vigeland Park, Oslo
Una palabra griega, que es traducida como 'maravilla' es 'thauma'. Pero thauma significaría sobre todo el horror que suscita un espectáculo angustioso. Platón, según leo en algun texto encontrado en la red, dijo que la maravilla 'es hija de Iris y del Gigante thaumante'. (De nuevo una palabra construida sobre 'thauma'). La filosofía proviene del miedo, sigo leyendo, o aún mejor, del temor por el mundo, del temor por el devenir del mundo; por ende del terrible descubrimiento que cada cosa nace y muere, es decir se transforma, deviene. El trauma estaría en el origen, sería el móvil profundo, de la mitología, de la religión, de la ciencia: maneras diferentes de preguntarse, de tratar de responderse a la turbación que produce, precisamente, la maravilla, el estupor.
Taumaturgo. Se dice de la persona (santa) que obra maravillas, milagros. De nuevo, el origen 'thauma', cosa maravillosa (afín a los verbos 'theaomai' ver/cosa por ver, y 'thaomai' contemplar/admirar unido al sustantivo 'érgon' trabajo, obra. Y de la misma raiz de thauma, thaumatón, lo que genera estupor; y para Sócrates, abierto al conocimiento.
Phobus, mosaico Greco-Romano de Halicarnassus C4th A.D., British Museum
Deimos en la mitología griega era el dios del miedo, la personificación del terror. (Interesante: su equivalente romano era Fuga, qué maravilloso). Su hermano gemelo era Phobos, el pánico. Ambos hijos del dios Ares, dios de la guerra, eran sus aurigas. Pero eran también hijos de Afrodita, la diosa del amor, y he leido que estos gemelos representan el miedo a la pérdida.
Aquí mi mente se va sola hacia el momento de mi fecundación, cuando mi hermano ya estaba enfermo, y probablemente ya mis padres sabían que moriría. Tal vez hubo miedo en el mismísimo acto, tal vez los espermatozoides ya iban cargados de miedo, y aunque fue el más rápido y valiente el que llegó a fecundar el óvulo, quién sabe si temblaba ante el destino que llevaba consigo. El miedo a la pérdida y miedo a la repetición.
En la película The Road, sobre el libro de Cormac McCarthy, la actriz Charlize Theron no logra sobreponerse ante el miedo de vivir una realidad tan terrible en un mundo post-apocalíptico, y a pesar de tener un hijo bellísimo y un compañero que la adoraba, decide morir suicidándose. Cabe aquí preguntarse qué es la cobardía y las razones que cada quien puede tener para mantenerse vivo.
Ultimamente pienso mucho en la muerte. No porque la vida no me parezca maravillosa o excepcional. No tiene nada que ver con eso.
Entiendo a los que tienen miedo.
Otro pensamiento que he dibujado es que una razón por la que las personas tienen hijos, (no es una sentencia absoluta, es sólo un pensamiento mío) además de toda la historia de la continuación de la especie, de la continuidad de los genes, del fruto del amor, de la consolidación del núcleo familiar, y los etcéteras poéticos, es que necesitan anclas, y razones para continuar asidos a la realidad, y para continuar en la vida cotidiana con el ímpetu y la energía sobrehumana que sólo un niño puede tener, desafiando el pavor o la sensación apabullante que a veces pueden tener los problemas, o la realidad en sí. Por eso los pobres tienen tantos hijos y no paran de parir, pues es gracias a ellos que se mantienen andando, es gracias a ellos que olvidan lo terrible que puede ser la vida en pobreza, o en guerra, o en dificultad. Un niño vive sólo en el presente porque no tiene aún en sí la idea de futuro, no conoce el miedo. Es su vitalidad y su capacidad de estar en el instante la que inyecta a sus progenitores, haciéndolos llevar a un segundo plano todo el resto, y haciéndo ese 'resto' más llevadero y soportable.
Saturday, 18 December 2010
The Sundays - Here's Where The Story Ends
"Your faith has got to be greater than your fear".
También llegó la nieve.
Fue tal el regocijo de mi alma en su blancura, que vino con euforia.
Decidí poner más fotos en el blog ya que no hay nada que decir ante la belleza.
Además, la nieve lo silencia todo, lo apacigua todo.
Friday, 17 December 2010
Yann Tiersen - La Corde
67 segundos. El tiempo que una gota de agua sobre el vidrio de una ventana podría tardar en precipitarse hacia los bordes.
Las banderas Asafo
Estas son las banderas (Fante) Asafo, de Ghana y la costa occidental de Africa. Aunque tienen un bagaje histórico sangriento y terrible de esclavitud y explotación de las divisiones entre tribus por parte de los Europeos que se asentaron desde 1492, para garantizar que las colonias mantuvieran el control y poderío en el territorio, más allá de la historia, me produce una rara fascinación la representación de las escenas tribales, el uso de los colores, y las leyendas o creencias que pueden narrar.
A quien le pueda interesar más sobre el origen e historia completa de estas banderas, hay alguna información en http://www.twi.bb/akan-asafo.php.
Al final del link hay una serie de hermosas banderas con una breve descripción de lo que representa la imagen.
Yo las traje al blog porque son como mini historias tribales sin palabras, aún cuando puedan ser vergonzosas.
En el Alfies Antique Market de Londres hay un estanco donde un hombre muy interesante las vende, (son carísimas) y tiene su propio blog en http://www.adireafricantextiles.blogspot.com. La última vez que lo visité me regaló una reproducción de una foto de una pareja de notables de la tribu Conakry (creo) de Guinea, tal vez data de 1900, tienen ambos un maravilloso y serio poder, y siempre me están mirando. La incluyo aquí para embellecer el blog.
Thursday, 16 December 2010
Espéces d'Espaces
Tomado del libro Species of Spaces and Other Pieces
del autor Georges Perec
(Cuando encuentro libros así los dioses me confirman que todo es cuestión de creerse y escucharse,
como lo han hecho los grandes inventores y los libres)
"For a long time I went to bed in writing"
We generally utilize the page in the larger of its two dimensions. The same goes for the bed. The bed (or if you prefer, the page) is a rectangular space, longer than it is wide, in which, or on which, we normally lie longways. 'Italian' beds are only to be found in fairy tales (Tom Thumb and his brothers, or The seven daughters of the Ogre, for example) or in altogether abnormal and usually serious circumnstances (mass exodus, aftermath of a bombing raid, etc.). Even when we utilize the bed the more usual way round, it's almost always a sign of a catastrophe if several people have to sleep in it. The bed is an instrument conceived for the nocturnal repose of one or two persons, but no more.
The bed is thus the individual space par excellence, the elementary space of the body, the one which even the man completely crippled by debts has the right to keep: the bailiffs don't have the power to seize your bed. This also means -this is easily verified in practice- that we have only one bed, which is our bed. When there are other beds in a house or an apartment, they are said to be guest beds or spare beds. It seems we only sleep well in our own bed.
(...)
The Bedroom
What does it mean, to live in a room?
Is to live in a place to take possession of it?
What does taking possession of a place mean?
As from when does somewhere become truly yours? Is it when you've put your three pairs of socks in a pink plastic bowl? Is it when you've heated up your spaghetti over a camping-gaz? Is it when you've used up all the non-matching hangers in the cupboard? Is it when you've drawing-pinned to the wall an old postcard showing Carpaccio's "Dream of St Ursula"? Is it when you've experienced there the throes of anticipation, or the exaltations of passion, or the torments of a toothache? Is it when you've hung suitable curtains on the windows, and put up the wallpaper, and sanded the parquet flooring?
(Luego continúa con The Apartment Building, The Street, The Neighbourhood, The Town, The Counryside, The Country)
Leerlo es como diseccionarme; verme desde afuera; ver cómo ocupo el espacio que me rodea; cómo vivo con los objetos que nunca he considerado lugares comunes, y preguntarme entre carcajadas por qué.
Dejo aquí un retrato de Perec que basta y sobra para querer buscar su otro libro necesario: Life: A User's Manual.
del autor Georges Perec
(Cuando encuentro libros así los dioses me confirman que todo es cuestión de creerse y escucharse,
como lo han hecho los grandes inventores y los libres)
"For a long time I went to bed in writing"
The Bed
The bed is thus the individual space par excellence, the elementary space of the body, the one which even the man completely crippled by debts has the right to keep: the bailiffs don't have the power to seize your bed. This also means -this is easily verified in practice- that we have only one bed, which is our bed. When there are other beds in a house or an apartment, they are said to be guest beds or spare beds. It seems we only sleep well in our own bed.
(...)
The Bedroom
What does it mean, to live in a room?
Is to live in a place to take possession of it?
What does taking possession of a place mean?
As from when does somewhere become truly yours? Is it when you've put your three pairs of socks in a pink plastic bowl? Is it when you've heated up your spaghetti over a camping-gaz? Is it when you've used up all the non-matching hangers in the cupboard? Is it when you've drawing-pinned to the wall an old postcard showing Carpaccio's "Dream of St Ursula"? Is it when you've experienced there the throes of anticipation, or the exaltations of passion, or the torments of a toothache? Is it when you've hung suitable curtains on the windows, and put up the wallpaper, and sanded the parquet flooring?
(Luego continúa con The Apartment Building, The Street, The Neighbourhood, The Town, The Counryside, The Country)
Leerlo es como diseccionarme; verme desde afuera; ver cómo ocupo el espacio que me rodea; cómo vivo con los objetos que nunca he considerado lugares comunes, y preguntarme entre carcajadas por qué.
Dejo aquí un retrato de Perec que basta y sobra para querer buscar su otro libro necesario: Life: A User's Manual.
Subscribe to:
Posts (Atom)