Monday 20 December 2010

Fobos y Deimos. Notas aisladas e incoerentes sobre miedo.

Giove e Io. Antonio Allegri llamado il Correggio. 1531?


Miedo, en su origen etimológico entre el latín y el griego lleva a la imagen de ser golpeados, percutidos. El haberlo sido fuera de lugar en el pasado da origen a miedos fuera de lugar en el presente. (lo más cercano encontrado como origen etimológico de pavorem/ paveo)


Uno de los opuestos, la palabra coraje, etimológicamente deriva del latín coraticum o cor habeo, un adjetivo derivante de la palabra compuesta cor/cordis y del verbo habere: tengo corazón. Es la virtud humana, muchas veces indicada como fortaleza, que hace que quien la posee no se desencaje frente al peligro, enfrente con serenidad los riesgos, no se entristezca por dolores físicos o morales, y de manera general, enfrente con mirada elevada el sufrimiento, el peligro, la incertidumbre y la intimidación.


 Gustav Vigeland. Vigeland Park, Oslo


Una palabra griega, que es traducida como 'maravilla' es 'thauma'. Pero thauma significaría sobre todo el horror que suscita un espectáculo angustioso. Platón, según leo en algun texto encontrado en la red, dijo que la maravilla 'es hija de Iris y del Gigante thaumante'. (De nuevo una palabra construida sobre 'thauma'). La filosofía proviene del miedo, sigo leyendo, o aún mejor, del temor por el mundo, del temor por el devenir del mundo; por ende del terrible descubrimiento que cada cosa nace y muere, es decir se transforma, deviene. El trauma estaría en el origen, sería el móvil profundo, de la mitología, de la religión, de la ciencia: maneras diferentes de preguntarse, de tratar de responderse a la turbación que produce, precisamente, la maravilla, el estupor.


Taumaturgo. Se dice de la persona (santa) que obra maravillas, milagros. De nuevo, el origen 'thauma', cosa maravillosa (afín a los verbos 'theaomai' ver/cosa por ver, y 'thaomai' contemplar/admirar unido al sustantivo 'érgon' trabajo, obra. Y de la misma raiz de thauma, thaumatón, lo que genera estupor; y para Sócrates, abierto al conocimiento.


 Phobus, mosaico Greco-Romano de Halicarnassus C4th A.D., British Museum

Deimos en la mitología griega era el dios del miedo, la personificación del terror. (Interesante: su equivalente romano era Fuga, qué maravilloso). Su hermano gemelo era Phobos, el pánico. Ambos hijos del dios Ares, dios de la guerra, eran sus aurigas. Pero eran también hijos de Afrodita, la diosa del amor, y he leido que estos gemelos representan el miedo a la pérdida.



Aquí mi mente se va sola hacia el momento de mi fecundación, cuando mi hermano ya estaba enfermo, y probablemente ya mis padres sabían que moriría. Tal vez hubo miedo en el mismísimo acto, tal vez los espermatozoides ya iban cargados de miedo, y aunque fue el más rápido y valiente el que llegó a fecundar el óvulo, quién sabe si temblaba ante el destino que llevaba consigo. El miedo a la pérdida y miedo a la repetición.



En la película The Road, sobre el libro de Cormac McCarthy, la actriz Charlize Theron no logra sobreponerse ante el miedo de vivir una realidad tan terrible en un mundo post-apocalíptico, y a pesar de tener un hijo bellísimo y un compañero que la adoraba, decide morir suicidándose. Cabe aquí preguntarse qué es la cobardía y las razones que cada quien puede tener para mantenerse vivo.


Ultimamente pienso mucho en la muerte. No porque la vida no me parezca maravillosa o excepcional. No tiene nada que ver con eso.
Entiendo a los que tienen miedo.


Otro pensamiento que he dibujado es que una razón por la que las personas tienen hijos, (no es una sentencia absoluta, es sólo un pensamiento mío) además de toda la historia de la continuación de la especie, de la continuidad de los genes, del fruto del amor, de la consolidación del núcleo familiar, y los etcéteras poéticos, es que necesitan anclas, y razones para continuar asidos a la realidad, y para continuar en la vida cotidiana con el ímpetu y la energía sobrehumana que sólo un niño puede tener, desafiando el pavor o la sensación apabullante que a veces pueden tener los problemas, o la realidad en sí. Por eso los pobres tienen tantos hijos y no paran de parir, pues es gracias a ellos que se mantienen andando, es gracias a ellos que olvidan lo terrible que puede ser la vida en pobreza, o en guerra, o en dificultad. Un niño vive sólo en el presente porque no tiene aún en sí la idea de futuro, no conoce el miedo. Es su vitalidad y su capacidad de estar en el instante la que inyecta a sus progenitores, haciéndolos llevar a un segundo plano todo el resto, y haciéndo ese 'resto' más llevadero y soportable.